sábado, 23 de junio de 2012

23

¿Cuántas veces se encontraron sus miradas de reojo entre aquellas jugadas de poker? 
Llevaba varios días pensando si habría sido por pura casualidad... En esta ocasión no importaban las razones, quería ir con todo, perdiera lo que perdiera en aquella mano... 
Siempre pasa que los momentos más intensos son eternos y efímeros al mismo tiempo: lo miró, la miró, y el espacio se fue estrechando hasta encontrarlos en un beso, un beso apasionado, de esos en los que la respiración de cada uno se pone de acuerdo. Nunca nadie sabe decir cuanto puede durar un beso, pero lo cierto es que siempre saben a poco.
Sus ojos clavados; el uno en el otro. Sentían la necesidad de volver a hacerlo, pero el decidió no dejarla reaccionar: se acercó a la comisura de sus labios, y dio un tibio, suave y corto beso
.
Lo cierto es que nunca me habían besado de esa manera.

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