sábado, 21 de diciembre de 2013

Pues si.

Detened todo esto. No quiero seguir llorando en cada invierno, no es justo. Puede que no haya manera alguna. Todo acabó por no terminar en tierra de nadie y no quedó compasión para ninguno. Lo cierto es que solo espero que un día se descongele este frío que nos persigue desde hace tantos años. Me enseñaron a amar y a odiar al mismo tiempo y ahora no puedo evitar sentir este vacío. Sin olvido ni perdón, ni si quiera un poco de lástima, ya no nos queda nada a lo que poder agarrarnos. Esta tristeza, tan embaucadora y desoladora que nos deja solas ante toda esta absurda pantomima de la que no formamos parte. No puedo estar con ellos, ni quererles al mismo tiempo. Fueron tantas cosas y no puedo recordar ninguna.

martes, 27 de agosto de 2013

Ha dejado de ser un juego de palabras.

Tendida al otro lado de tu cama observo detenidamente como mantienes la boca entreabierta, abrazando la almohada, escuchando el ritmo de tu respiración profunda, disfrutando de poder tenerte tan cerca..

Mientras sigues sumergido en algún sueño, no puedo evitar dejarme llevar por las líneas que delimitan tu apacigüe gesto. Prefiero no resistirme a la atracción de acariciarte. Recorro cada centímetro de tu piel, y rodeando la robustez de tus pómulos acabo en ese hoyo que escondes en tu barbilla, encontrándome de repente con tus labios, de los que nunca quisiera separarme; y dibujando su forma con los dedos me deslizo hacia la curvatura de tu nariz, tan achatada, en armonía con cada facción. Subo hasta tus cejas delineadas, dónde tus pestañas quieren recompensarme con un suave cosquilleo. Aparece diligente el recuerdo esos ojos celestes tan llenos de certidumbre, de empeño, de sosiego. Y sujetando esa serenidad entre mis manos, te contemplo bajo todas las miradas posibles.

Es entonces cuando me abandono en la idea de: cómo algo puede ser tan embaucador. Ahora entiendo aquello de lo que hablaban los poetas.

Déjame llevarte conmigo, porque ya no podría renunciar-te. 
u0kknuaatiy

lunes, 26 de agosto de 2013

Una carta sin remitente ni destinatario.

Hace mucho, desde aquel día, que tenía ganas de escribirte. Todo fue demasiado breve y quedaron muchas cosas por decir. 

Puede que estés pensando, o sólo suene absurdo, que nadie pueda enamorarse en tan poco tiempo, pero supongo que aquello que llaman "amor" no es más que un conjunto de síntomas que una vez identificados no queda más remedio que aceptarlos y encontrar su morfina... Y sólo cuándo imagino como sería volver a perdernos en aquellas horas de conversación, en aquellas risas nerviosas e inquietas, en aquellos detalles tan pequeños, en todas esas noches, entonces es cuándo realmente aparece algo de consuelo.

No sabría decirte si ya ha pasado mucho o nada de tiempo, puede que antes de que te lleguen estás palabras ya te hayas olvidado de mí, y eso es lo único que no podría perdonarte.

Sigo dándome golpes contra la pared porque es complicado acertar cuál sería la decisión correcta o sí ya la hemos tomado. Es imposible evitar esos recuerdos, porque solo ellos son capaces de despertarme una sonrisa cada mañana. Me niego a creer que el final de todo esto terminará con un simple adiós.

Quizás en otro tiempo, en  otra era o en otra época hubiera podido atravesar cielo y tierra para buscarte, y aunque no me dé por vencido, y aunque nunca renuncie a reencontrarme cada noche en mis sueños contigo, tendré que permanecer a lo lejos y contentarme con la idea de que, al igual que yo, me tienes presente en cada pensamiento.

Con todo mi amor. Y siempre nuestros.

miércoles, 7 de agosto de 2013

martes, 6 de agosto de 2013

Идиот

Ha pasado bastante tiempo desde la última vez que me sentía así.
Rabia, de la que te quema por dentro nada más pensar en aquello que te inquieta. Y es todo ese recelo quien acaba desesperándote mientras te invaden los nervios. Esos que no te dejan dormir; ni si quiera cavilar con sensatez y cada día aumentan sin poder evitar que terminen por consumirte un poco más.

Te levantas cada mañana con esa misma idea macabra; y el cansancio solo hace más difícil que desaparezca de tu cabeza. No es difícil recordar esta sensación de opresión en el pecho, y todo quedará en una confusa estupidez y en un agrio sabor de boca por no haber sido capaz de volver a controlar toda esta memez absurda que vuelve con cada paso en falso. Sin ninguna duda la culpa seguirá siendo mía.

Ya solo me queda insultar a quién se haya dado por aludido. 
Aunque prefiero no escribirlo.


Buenas noches.

sábado, 8 de junio de 2013

üß

Me enamoré de él por muchas cosas; por ninguna en concreto.

Por la forma en la que me miró el primer día y hasta hoy; por abrir la puerta; por su sinceridad; por su atención en los momentos que ni si quiera yo sabía que lo necesitara; por esperarme; por la manera sobrestimada que tiene de protegerme; por su empeño y su desempeño; por su música; por cada sueño; por hacer que vea el mundo de distintas perspectivas; por cuidarme; por todas esas veces en las que me ve mejor de lo soy; por enseñarme a escuchar y escucharme; por todas las noches en las que estamos juntos y por las que no podemos estarlo; por el sonido de su voz; por ser siempre consecuente; por pensar en mí; por desmontarme y hacerme vulnerable; por respetarme; por cada uno de los esfuerzos que hace cada día para contarme aquello que le sobrecoge; por consolarme; por los pasos que ha dado tan cuidadosamente; por contar conmigo; por cogerme de la mano; por todas las personas que le quieren y me hacen quererle aún más; por su infinita paciencia en mis días más insoportables; por los besos, abrazos y caricias que no puede darme; por aventurarse a mi lado; por confiar en mi; por hacerme reír y llorar en los reencuentros y en las despedidas; por su vida, mi vida y nuestra vida; por hacerme feliz; por quererme; por él.

¿De que sirve un "sin ti me muero", un "sin ti no puedo" o un "sin ti no soy nada"?
Todo lo que hacemos nos hace ser lo que somos y ya tenemos experiencia.
Hemos aprendidos a ser, solos.
Pero no quiero estar sin ti.
Te quiero

jueves, 23 de mayo de 2013

Tu sabes, que yo sé.

De repente pasaron muchos más días de los que habían pasado.

Los renglones torcidos de Dios

"César extendió sus manos y posó sus dedos en la frente y en las sienes de Alice Gould.
-Tus ideas, querida Alicia, están ahí dentro, bajo tu piel, bajo tu cráneo, y son siempre tan fantásticas e insospechadas que quedan fuera de mi alcance.
-¿No decías que sabías leer en mis ojos?
-Sé leer tus sentimientos. Tus disparates, no.
Alicia se sonrojó levemente.
-Soy consciente de que has leído en ellos que me gusta tu personalidad, que me agrada tu conversación y que tu compañía me llena de calma y felicidad. ¡Pero eso no tiene ningún merito! Yo también he leído eso mismo en los tuyos.
Alice Gould tomó las manos de César, las retiró de sus sienes y se las llevó a los labios. Las mantuvo unos instantes así, cerrados los ojos, concentrada en sí misma [...] inició un monólogo con sus manos a las que llamó <<descaradas e impulsivas>> y a las que amenazó con castigarlas si no la prometían ser más discretas en adelante.
-Estás siendo muy injusta con ellas -protestó César Arellano-.Y me veo precisado a consolarlas.
Las tomó entre las suyas y ahora fue él quien las besó."

"<<Dios escribe derecho con renglones torcidos>>, pensó.
Fuera de allí, el silencio era muy grande. Alicia sólo atendía a estos rumores y al latido gozoso y anhelante de su corazón."

Torcuato Luca de Tena, 1979.

lunes, 25 de marzo de 2013

Sé que puede ser difícil de entender, pero supongo que vuelvo a tener fe en los demás y comienzo a ver menos ironía.

viernes, 8 de marzo de 2013

A mi querida hermana

Creo que hasta ayer, cuando entré por aquella puerta por segunda vez, no era realmente consciente. No estabas, te has ido de verdad. Y no sabes cómo retumba el silencio en las paredes. A la vuelta no pude evitarlo, mientras caminaba tenía que soltar algunas lágrimas, voy a echar de menos tantas que cosas de ti. He sentido la falta de muchos pero nunca había tenido que lidiar sin ti. No recuerdo ningún momento en el que tu no estuvieras presente de una forma u otra y ahora sé que te toca recorrer tu propio camino. Ojala no estuvieras tan lejos. Supongo que ninguno somos conscientes de lo que vale un abrazo hasta que no lo tenemos cerca. 
Quería haberme sincerado de tantas maneras... Sobretodo y ante todo un gracias por todo lo que has hecho por mí siempre. 
Desde pequeña he querido ser como tú: mi ejemplo de superación, de fuerza, de valentía... Has sido más que una hermana, has sido mi madre, mi mejor amiga, mi único apoyo y has hecho por mi todos los papeles que no te correspondían; a día de hoy no sé que hubiera hecho sin ti. Desde luego que eres la mitad mi vida, la mitad de lo que he llegado a ser. Qué perdida hubiera estado sin tu ayuda, sin tus consejos, sin tus abrazos, sin tus besos, sin tus lágrimas de desesperación... Recuerdo todas esas veces que corría a esconderme en tu cuarto, mientras el mundo se caía a nuestros pies, y como me resguardabas detrás de la puerta. Eras la única que lograbas calmarme. En cualquiera de las situaciones mirarte era una forma de dar el siguiente paso. 
Muchas veces me he sentido culpable de que tuvieras que hacerte cargo de tantas cosas por ser mi hermana mayor. Me salvaste de tantos demonios, me has levantado y me sigues levantando tantas veces que de verdad no se me ocurre como puedo agradecértelo. Me gustaría haberte dicho todo esto, y más cosas que ni si quiera sé expresarte, en persona pero no se encuentra el momento para estas cosas, o no me quise dar cuenta de que llegaba el día de la despedida. Y es que ya sabes que no me gustan.
Ahora quiero que sigas haciendo eso que se te da tan bien, eso a lo que la vida te ha obligado: a seguir adelante, con todas las trabas se que se interpongan. Nadie mejor que yo sabe que lo vas a conseguir, soy el mayor resultado para demostrarlo.
Te quiero más que a nada en este mundo. Y no seamos más tontas, vamos a dejar de llorar las dos, que tienes muchas cosas que hacer y no puedes pararte con esto. Voy a estar aquí siempre que lo necesites, como tú lo has hecho conmigo. 
Te echo de menos.
Cuídate, por favor y no vuelvas hasta que estés hecha una mujer.

lunes, 7 de enero de 2013

No woman no cry

Y a menudo cerramos la puerta. Mejor será que no entre nadie. Pasan los días, uno sobre otro y se amontonan en el cajón. Igualmente, sabes que no es la mejor solución pero, ¿qué más da? Es hora de compadecerse un poco ¿no? No sé, no quiero ser de esas. Supongo que en cierto modo, a veces, muchas tantas, gusta.

jueves, 3 de enero de 2013