sábado, 21 de diciembre de 2013

Pues si.

Detened todo esto. No quiero seguir llorando en cada invierno, no es justo. Puede que no haya manera alguna. Todo acabó por no terminar en tierra de nadie y no quedó compasión para ninguno. Lo cierto es que solo espero que un día se descongele este frío que nos persigue desde hace tantos años. Me enseñaron a amar y a odiar al mismo tiempo y ahora no puedo evitar sentir este vacío. Sin olvido ni perdón, ni si quiera un poco de lástima, ya no nos queda nada a lo que poder agarrarnos. Esta tristeza, tan embaucadora y desoladora que nos deja solas ante toda esta absurda pantomima de la que no formamos parte. No puedo estar con ellos, ni quererles al mismo tiempo. Fueron tantas cosas y no puedo recordar ninguna.

No hay comentarios:

Publicar un comentario