viernes, 8 de marzo de 2013

A mi querida hermana

Creo que hasta ayer, cuando entré por aquella puerta por segunda vez, no era realmente consciente. No estabas, te has ido de verdad. Y no sabes cómo retumba el silencio en las paredes. A la vuelta no pude evitarlo, mientras caminaba tenía que soltar algunas lágrimas, voy a echar de menos tantas que cosas de ti. He sentido la falta de muchos pero nunca había tenido que lidiar sin ti. No recuerdo ningún momento en el que tu no estuvieras presente de una forma u otra y ahora sé que te toca recorrer tu propio camino. Ojala no estuvieras tan lejos. Supongo que ninguno somos conscientes de lo que vale un abrazo hasta que no lo tenemos cerca. 
Quería haberme sincerado de tantas maneras... Sobretodo y ante todo un gracias por todo lo que has hecho por mí siempre. 
Desde pequeña he querido ser como tú: mi ejemplo de superación, de fuerza, de valentía... Has sido más que una hermana, has sido mi madre, mi mejor amiga, mi único apoyo y has hecho por mi todos los papeles que no te correspondían; a día de hoy no sé que hubiera hecho sin ti. Desde luego que eres la mitad mi vida, la mitad de lo que he llegado a ser. Qué perdida hubiera estado sin tu ayuda, sin tus consejos, sin tus abrazos, sin tus besos, sin tus lágrimas de desesperación... Recuerdo todas esas veces que corría a esconderme en tu cuarto, mientras el mundo se caía a nuestros pies, y como me resguardabas detrás de la puerta. Eras la única que lograbas calmarme. En cualquiera de las situaciones mirarte era una forma de dar el siguiente paso. 
Muchas veces me he sentido culpable de que tuvieras que hacerte cargo de tantas cosas por ser mi hermana mayor. Me salvaste de tantos demonios, me has levantado y me sigues levantando tantas veces que de verdad no se me ocurre como puedo agradecértelo. Me gustaría haberte dicho todo esto, y más cosas que ni si quiera sé expresarte, en persona pero no se encuentra el momento para estas cosas, o no me quise dar cuenta de que llegaba el día de la despedida. Y es que ya sabes que no me gustan.
Ahora quiero que sigas haciendo eso que se te da tan bien, eso a lo que la vida te ha obligado: a seguir adelante, con todas las trabas se que se interpongan. Nadie mejor que yo sabe que lo vas a conseguir, soy el mayor resultado para demostrarlo.
Te quiero más que a nada en este mundo. Y no seamos más tontas, vamos a dejar de llorar las dos, que tienes muchas cosas que hacer y no puedes pararte con esto. Voy a estar aquí siempre que lo necesites, como tú lo has hecho conmigo. 
Te echo de menos.
Cuídate, por favor y no vuelvas hasta que estés hecha una mujer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario