Continuamente
en mi cabeza; últimamente he estado pensando en ella, en la melancolía, esa que
dejas en cada despedida. Sumamos otro "adiós" a nuestra lista … No todos los días puedo soportarlo y a veces solo me queda cerrar los
ojos, para poder verte/recordarte en cualquier rincón en donde hayamos estado
o donde queramos estar: subiendo al mirador de San Nicolás paseando por el Albayzín, escuchando “Ratatouille” de la mano en París, pasando
frío aquel otoño en Alemania, volviendo a la habitación 610 de Liberty Court en Londres…
Y
cuando aún así, nada de eso me parece suficiente, solo puedo escribir para
decirte lo mucho que te echo de menos.
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