martes, 20 de marzo de 2018

De niña, mi héroe,
mi protector,
un firme guardián.
A mis 16, mi refugio,
mi consuelo, mi guía.
Hoy, mi amigo,
mi mano derecha,
mi padre.
No sólo me diste la vida,
sino que me la devolviste.
Cuando ya no sentía esperanza,
me enseñaste a ser paciente,
a esperar la otra cara.
No es sólo admiración,
es pura gratitud,
es corazón y perdón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario