sábado, 14 de enero de 2012

Nunca más...

¿Vas a permitir que ese hombre siga induciéndote miedo?
Tuviste una sensación que te embriago el cuerpo entero, tuviste un minuto de lucidez. Debes disfrutar de cada momento que la vida te dé, siendo responsable y consecuente de tus actos. ¿Qué vale más? ¿Qué es más importante? ¿Mañana podría terminar tu vida, con la plena satisfacción de que has consumido cada minuto? ¿Eres feliz?
Permitir que alguien influya sobre tus propias decisiones, infringiéndote miedo y angustia, no es justo.
Debes estar sometida a críticas y por supuesto a que rectifiquen errores, es sabio actuar así.
Pero si ese día te levantas con un impulso, y ese impulso no es ni malo ni bueno, es una continuación más, a lo que tu felicidad conlleva, ¿quién es “nadie” para impedírtelo?
Plántale cara a tu miedo, llora si te explota de pánico el corazón, pero álzate y defiende lo que tú crees, que debes hacer. 
Deshazte de tu temor, aunque lleve la cara de tu padre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario